Es un espacio natural contiguo al núcleo urbano, que en la actualidad está fuertemente transformado de forma antropogénica, donde la orientación turística del municipio hizo que se viera sometido a malas actuaciones, convirtiéndose en un campo abierto a la especulación urbanística y en un vertedero incontrolado, donde se añaden las aportaciones continuas de tierra que se han ido realizando en los últimos años en sus alrededores. Se presenta así una zona de gran valor pero que se ve deteriorada por una fuerte presión del desarrollo urbano, derivado a su vez, de aspectos como el urbanismo para actividades de ocio o residenciales.
Desde el punto de vista de la población, se han considerado como negativo para el emplazamiento urbano, fomentando su regeneración para tal fin; ello se ha hecho con ausencia del conocimiento sobre el valor paisajístico de este área. Además, especies cinegéticas como liebres o perdices han desaparecido al destruirse su hábitat por la proliferación de construcciones y escasez de cultivos en la zona.
En este sentido, desde la administración nos dicen que se están realizando esfuerzos para conseguir la declaración del humedal como Bien Protegido de Interés Local, de modo que pueda ampararse dentro del decreto gallego sobre la figura de Espacio Natural de Interés Local (ENIL) y Espacio Privado de Interés Natural (EPIN).
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