Con este blog se pretende ver la contribución real del turismo a la sociedad, aplicado al caso concreto de Sada (A Coruña) y analizar la dialéctica entre turismo y territorio, mediante las políticas locales llevadas a cabo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Responsabilidad en las intervenciones

Hemos visto a lo largo de diversas actuaciones cometidas que hay algo que no funciona en este municipio, no sé si es el turismo en sí o resulta consecuencia de otros aspectos que lo influencian. La imagen o percepción que se tiene de Sada en el exterior realmente no concuerda con la realidad, y resulta por tanto, una ventaja competitiva el disponer de buena imagen. Sin embargo, no se está aprovechando correctamente, sino que se arrastran problemas como la ambición construcción-política o escasa conciencia ambiental.

Otro aspecto que llama la atención son las constantes contradicciones que se presentan en la admisnitración. Al margen de los problemas políticos internos o entre partidos que puedan surgir, me ha llamado la atención un aspecto como es la ocupación de terrenos públicos para fines privados. Es el caso de pubs o terrazas que se sitúan en el borde del arenal, ocupando así espacios de uso público. La Ley de Costas no permite tal actuación, factor que sin embargo sí se ha tenido en cuenta en viviendas en las últimas normativas. Estos locales se benefician del uso público mencionado en sus servicios y las condiciones de pago. Mientras, el gobierno local impone restricciones viarias, como el impedimento de conceder a los hosteleros la posibilidad de establecer sus terrazas en el exterior, ya que las aceras deben cumplir el metro y medio de anchura.

Sin embargo, hemos visto en diversos puntos de la localidad que no se cumple tal condición, incluso en lugares de difícil acceso, como es el centro de salud, ubicado de forma que muchos pacientes precisan un transporte especial para acudir a él. Y la respuesta la podemos ver en que la responsabilidad forma parte de la corporación municipal. Si se licitan superficies de terrenos urbanizables, los promotores tendrá paso libre para construir en ellos, resultando más cómodo para ambos esa opción ya que se posicionan fuertes en el sector constructivo.
Pero en el momento que deja de caer comienzan a limitar las actuaciones más mínimas para compensar ingresos que no son derivados del anterior, y así sucesivamente. Son cuestiones que obligan a restringir unos servicios adecuados al visitante, pero también al propio ciudadano, quien no dispone de esa posibilidad de ocio, por lo que considero esencial un cambio de actitud más activa que funcionaria. ¿Que directrices pensáis que se deberían seguir al respecto?

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